El español se impuso por 6-2, 3-6, 6-1 y 6-4 y se coronó por segunda vez en Nueva York.
El lunes volverá a lo más alto del ranking por primera vez desde septiembre de 2023.
Carlos Alcaraz es otra vez el rey de Nueva York y el monarca del ranking mundial. El español se llevó todos los premios que ponía en juego la final del US Open, en la que derrotó con autoridad por 6-2, 3-6, 6-1 y 6-4 a Jannik Sinner para conquistar su sexto título de Grand Slam -el segundo de una temporada en la que había ganado ya Roland Garros- y recuperar el número 1, que no tenía en su poder desde septiembre de 2023.
Con un tenis de altísimo nivel, el murciano consiguió una victoria inobjetable ante un rival que estuvo lejos de las versiones que había mostrado en las rondas previas y que se quedó con las manos vacías, porque no pudo defender su corona ni conservar la cima de la clasificación ATP.
Dos horas y 42 minutos necesitó Alcaraz para cerrar un partido muy entretenido, con grandes puntos y por momentos peleadísimo, y anotase un triunfo para la historia y las listas de récords del tenis.
Porque Carlitos, que se cansó de aplastar adversarios desde el comienzo del certamen, volvió a levantar el trofeo en Flushing Meadows, como había hecho en 2022. Y fue implacable en un torneo en el que cedió apenas un set (en esta final) y sufrió solo tres quiebres de servicio. Así se convirtió en el segundo jugador en la historia en gritar campeón en un Major con tan pocos breaks en contra, después de Pete Sampras, que perdió tres veces su saque para ganar Wimbledon en 1994 y únicamente dos para festejar en el All England en 1997.
Con 22 años y 125 días, el murciano es, además, el segundo jugador más joven de la historia en conquistar seis coronas "grandes", detrás de Bjorn Borg, que llegó a esa cifra en Wimbledon 1978 con 22 años y 32 días. Y también el segundo de menor edad en vencer al número 1 en múltiples finales de Grand Slam en una temporada. ¿Quién lo había hecho antes? Nada menos que Rafael Nadal, quien derrotó a Roger Federer en Roland Garros y Wimbledon en 2008.
La expectativa era muy alta en la previa del duelo, que por el pronóstico de lluvia se jugó bajo el techo de un Arthur Ashe a pleno. Nadie se quiso perder la final, que ya antes de disputarse tenía un lugar asegurado en los libros grandes del mundo de la raqueta. Es que el español y el italiano fueron el primer dúo en jugar tres duelos decisivos de Grand Slam en una misma temporada (Sinner se quedó con la de Wimbledon). Y la segunda dupla en enfrentarse en tres consecutivos, logro que habían conseguido ya Novak Djokovic y Nadal al jugar cuatro entre 2011 y 2012.
Las tribunas estuvieron llenas de rostros conocidos. Desde el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuya presencia obligó a reforzar a último momento las medidas de seguridad y retrasó el ingreso de los fanáticos al complejo y el arranque del partido. Hasta grandes figuras del tenis, como Martina Navratilova, Stefan Edberg y Marat Safin; el deporte -Stephen Curry, estrella de la NBA, y la esquiadora campeona mundial y olímpica Lindsey Vonn vibraron, por ejemplo; y el espectáculo, como Bruce Springsteen, Danny DeVito, Ben Stiller y Anna Wintour.
Sinner y Alcaraz jugaron su tercera final de Grand Slam consecutiva. Foto Mike Frey-Imagn ImagesSinner y Alcaraz jugaron su tercera final de Grand Slam consecutiva. Foto Mike Frey-Imagn Images
Y el espectáculo, aunque no llegó a tener la intensidad del épico partido de casi cinco horas y media que habían protagonizado en Roland Garros, tuvo su cuota de magia, emoción y tensión. Y tuvo a Carlitos más despierto en los momentos clave y a un Sinner más errático que de costumbre, que cortó una racha de 27 victorias al hilo en canchas duras a nivel de Grand Slams.
"Intenté estar lo más tranquilo posible, antes de entrar a la cancha mi equipo notó que tenía nervios, pero después me sentí muy bien. Lo tomé como un partido más, sin nervios. Las piernas las sentí bien y creo que eso se vio en el nivel y la confianza que mostré", comentó el español en declaraciones a Movistar+.
Aunque admitió: "En el último punto el corazón estaba tranquilo, como en todo el torneo, pero el problema eran las piernas, estaban tensas, no voy a mentir, me temblaban un poco".
La victoria puso un sabor doblemente dulce ya que le permitirá a Alcaraz volver a lo más alto del ranking y cortar un reinado de 65 semanas del italiano. El español había ocupado por última vez ese lugar el 10 de septiembre de 2023, antes de ser desplazado por Djokovic. Jannik, que dejó por ahora su cosecha en cuatro "grandes", había bajado al serbio el 10 de junio del año pasado y se había mantenido en el primer puesto desde entonces.
Pero más allá de los logros personales del murciano, la final marcó un nuevo capítulo de la gran rivalidad que inauguró hace ya un par de temporadas una nueva era del tenis. Alcaraz y Sinner, que se repartieron los últimos ocho títulos de Grand Slam, tomaron definitivamente la posta del legendario Big 3. El duelo en Nueva York los confirmó una vez más como los nuevos monarcas del mundo de la raqueta. Y desde este domingo, Carlitos lleva la corona.
La final, game a game
El murciano arrancó intratable con su derecha. Sólido y muy preciso con ese golpe, y leyendo muy bien el juego, se llevó un peleadísimo primer game de servicio del italiano y concretó el primer quiebre de la tarde. Y luego confirmó la ventaja para quedar 2-0.
Sinner, cómodo a la hora de subir a la red, rompió por fin el cero en su marcador en un tercer game en el que también tuvo que trabajar (2-0). Pero no terminaba de acomodarse.
Daba la sensación de que el italiano, a la caza de su quinto Major (el tercero de un 2025 en el que ya conquistó Australia y Wimbledon), seguía buscando ajustar los últimos detalles en su tenis. Así le dio a su rival la chance de imponer condiciones en un partido muy intenso. Y Carlitos no dejó pasar las oportunidades.
Con algunos tiros mágicos que generaron un aplauso generalizado, el murciano sostuvo su ventaja para ir a refrescarse en el banco con el set 3-2 a su favor.
El español era más ante un italiano que cometía demasiados errores -nueve no forzados en los primeros siete games contra dos de su adversario- y consiguió en ese séptimo juego un nuevo quiebre para quedar 5-2. Y son un servicio al que su adversario no le encontraba la vuelta, cerró el set por 6-2 en 37 minutos.
Tras sufrir para sostener su saque en el arranque del segundo set (levantó una chance de break en el game inicial), Sinner se fue por primera vez arriba a un descanso tras ponerse 2-1.
El italiano pareció haber dejado las dudas en el banco tras perder el primer parcial y en el cuarto game, más suelto y más seguro a la hora de impactar la pelota, concretó su primer break point del encuentro para adelantarse 3-1.
El número 1 confirmó la ventaja y quedó 4-1 ante un Alcaraz que no bajaba la intensidad, pero se encontraba en ese pasaje del partido con un rival mucho más fino, más rápido y con más variantes, que lo hacía equivocarse más que en el parcial inicial.
Bastaba mirar al español entre punto y punto para darse cuenta cuánto había cambiado el partido. Porque algo frustrado por el crecimiento del italiano, Carlitos se paseaba por el fondo de la cancha hablando y reprochándose los errores. Ya las cosas no eran tan sencillas para él como en los primeros games y el encuentro era una batalla más pareja, cargada de tensión y buen tenis. Y Sinner, aprovechando su momento, sacó una buena diferencia de 5-2 y le tiró la presión a su adversario, que deberá sostener su saque para estirar el set.
El murciano hizo lo que tenía que hacer y descontó 3-5. Pero no pudo evitar que Jannik cerrara el parcial, en un noveno game en el que los dos desplegaron todo su abanico de tiros en un rally de 19 golpes que se llevó el campeón defensor gracias a su rapidez de piernas.
Tras ceder su primer set en el torneo, a Alcaraz le pedían desde su box que se mantuviera positivo. Y con el empuje de Juan Carlos Ferrero y de todo su equipo, el español salió a presionar más en el arranque del tercer capítulo y golpeó de entrada. Porque en el segundo game, le robó el saque a Sinner -que cedió el break con un error increíble de derecha- y se adelantó 2-0.
El murciano jugaba tranquilo, sin apurarse y pensando bien cómo impactar cada pelota. Como se vio en el tercer game, cuando se tomó todo el tiempo del mundo para conectar un remate que dejó sin respuestas al italiano y con el que encaminó un juego que había arrancado 0-30 abajo. El cierre, con una volea ganadora de derecha para el 3-0, dejó claro que Alcaraz estaba otra vez bien enchufado.
Totalmente superado por el español en ese tramo del encuentro y sin la precisión que había logrado con sus tiros, Sinner perdió otra vez su saque y dejó luego que su rival se alejara más en el marcador (5-0).
El italiano se anotó el primer game del set para el 1-5, antes de que Alcaraz sellara el set y sacara una ventaja de 2-1 en el partido.
Sinner tuvo que trabajar mucho para no quedar otra vez en desventaja muy rápido en el cuarto capítulo. Porque el murciano salió a presionar con todo y, para ponerse 1-0, el número uno tuvo que levantar dos break points -el segundo en un puntazo de los dos que terminó con él pidiendo aplausos y el público ovacionándolos de pie.
No había punto regalado, no había pelota que no corrieran, no había esfuerzo que se privaran de hacer. Y el público disfrutaba y celebraba los aciertos de los dos en una final de un nivel altísimo y en el que cada uno tuvo sus momentos. Y el arranque del cuarto parcial, el momento era de Alcaraz.
Porque aunque el italiano sostuvo su servicio de nuevo y quedó 2-1 arriba, el español imponía potencia y velocidad y era un poco más.
Sinner arriesgó demasiado en el quinto game y terminó cediendo el servicio, tras regalar un break point con una doble falta, la cuarta del partido para él.
Con el marcador 2-3 en contra y Alcaraz al saque, el panorama no es el mejor para el de San Candido. Pero Jannik se aferra a la chance de una remontada y sin desesperarse evitó que Carlitos se escapara más, con un buen game de servicio para quedar 3-4.
El español ganó luego su juego de saque (5-3) y puso toda la presión en su rival, que quedó sin margen de error. Pero el italiano no se quebró, descontó para el 4-5 y le pasó la responsabilidad a su rival.
Y con cabeza fría, el corazón en la raqueta y "cojones" -esa fórmula que le enseñó su abuelo-, Alcaraz sacó adelante un game durísimo, en el que Sinner levantó dos match points, y selló con un ace un triunfo para la historia.
Domingo, 7 de septiembre de 2025