El argentino estuvo siempre por delante del francés, hasta la curva 8 de la última vuelta cuando recibió la orden y levantó el acelerador.
Terminó agotado físicamente y con un golpe de calor.
En un Gran Premio de Italia lineal, sin grandes emociones y hasta aburrido, Franco Colapinto no tuvo chances de pelear por los puntos al volante de un Alpine sin ritmo. Pero parecía encaminado a terminar, al menos, un puesto más arriba del que había largado. Sin embargo, en la última vuelta, se vio como sacó el pie del acelerador y dejó pasar a su compañero Pierre Gasly, que cruzó entonces la meta en el 16° lugar, en una acción que nadie entendió. Ni siquiera el propio argentino, que quedó 17° -la misma posición en la que partió- en la 16° cita del campeonato de la Fórmula 1.
"¿Intercambiaron posiciones al final con Gasly?", le preguntaron en su rápido paso por la zona mixta, en la que se lo vio extenuado y hasta algo mareado tras el esfuerzo que significó la carrera. "Sí", respondió Colapinto. "¿Con qué objetivo?". "No sé, no sé, no sé...", contestó y esbozó una sonrisa que tuvo una carga fuerte de decepción.
Según trascendió más tarde, el equipo le ordenó al pilarense que se hiciera a un lado para que el francés lo superara. "Necesitamos intercambiar autos, curva 8, urgente. Intercambiar autos, curva 8", le dijo por radio Stuart Barlow, su ingeniero. Y él obedeció sin quejarse.
Así, cerró un fin de semana con algunos puntos positivos. Pero igual se fue de Monza, donde hace un año había debutado con buenas sensaciones en la categoría reina a bordo de un Williams, muy decaído.
"Fue una carrera muy larga, muy dura para nosotros. Complicada. No teníamos ritmo. Con un poco de bronca, nos faltó bastante. Hay que mejorar para la próxima. No pudimos hacer nada, una pena. Fue bastante aburrida", comentó algo enojado y sin muchas ganas de hablar.
El desencanto del argentino por la actuación de este domingo fue grande porque había llegado a Monza ilusionado, después de haber conseguido hace una semana en Países Bajos su mejor resultado con Alpine (un 11° puesto que le ganó un halago de Flavio Briatore), y con la tranquilidad que le daba conocer muy bien el circuito italiano. Aunque con pocas expectativas reales de dar una sorpresa, consciente que tiene uno de los peores autos de la categoría.
Sí había esperanzas de seguir creciendo, pero se esfumaron rápido en un viernes de prácticas libres en el que fue último en la segunda sesión (se quedó en el box en la primera porque le cedió su coche al rookie Paul Aron, que también hizo el peor tiempo). El sábado terminó por delante de Gasly, tanto en la FP3 como en la clasificación, en la que estuvo a solo 155 milésimas de meterse en la segunda tanda. Y así llegó al domingo con mejor ánimo.
"Fue un buen día para mí. En la práctica me sentí muy cómodo, aunque en la qualy dimos un paso atrás, no sentí que podía hacer lo mismo con el auto. Hicimos un buen trabajo de ayer (el viernes) a hoy pero sabemos que esta pista va a ser difícil", había analizado en el cierre de la segunda jornada de actividad.
Sabía Colapinto que la carrera iba a ser complicada, porque estaba ante el desafío de remontar en un circuito de velocidad punta con un auto sin velocidad punta. Y así fue.
"Estuve muy solo toda la carrera", dijo poco después del final, recordando que durante toda la prueba no había tenido ninguna oportunidad clara para superar a algún rival ni tampoco había tenido que defender su posición, salvo de Gasly.
En una competencia en la que no pasaron grandes cosas -Verstappen cedió la punta tras la largada, pero acertó en la estrategia y terminó llevándose un triunfo muy sólido sobre los McLaren, y no hubo incidentes importantes ni un Auto de Seguridad-, Colapinto cometió un solo error. Fue en la vuelta 31, cuando con las gomas medias bastante desgastadas, se pasó en la chicana y perdió el 12° puesto en manos de su compañero, que lo iba presionando.
Llegó a estar 11° en el 33° giro, luego de que varios de los pilotos que tenía adelante entraran a cambiar neumáticos. Pero cayó al último puesto -18°, porque Hulkenberg y Alonso ya habían abandonado- tras su parada en la vuelta siguiente para poner componentes duros.
Los ingresos a boxes de algunos rivales y del propio Gasly, que puso gomas blandas a falta de tres vueltas para el final, le permitieron posicionarse 16°. Sin embargo, a metros del final, llegó esa orden del equipo que priorizó a su piloto número 1 y le pidió a Franco que dejara pasar al francés. El por qué no se entendió, porque el cambio ni siquiera le daba a Pierre la chance de ir a buscar los puntos.
La decepción se reflejó en el rostro del argentino, a pesar de que se llevó de Monza algo positivo, el saber que en pista fue mejor que su compañero. Lo había hecho en la clasificación, en la que el francés quedó por detrás suyo y luego largó de boxes por cambiar su unidad de potencia. Y lo reafirmó en la carrera en la que mostró un ritmo un poco mejor y supo aguantar los ataques del galo, a quien tuvo a distancia de DRS durante varios giros.
En el balance general, quedó clara otra vez la gran distancia que hay entre los Alpine y las otras escuderías y Colapinto terminó con algo de bronca, aunque con algunas buenas sensaciones para mantener viva la ilusión. Sobre todo pensando que en dos semanas se correrá el Gran Premio de Azerbaiyán, una cita muy especial para el argentino, que el año pasado consiguió allí con Williams sus primeros puntos en la categoría al terminar noveno.
¿Le alcanzarán los 15 días de descanso para poner a punta su Alpine y llegar con chances de dar otro paso adelante en el circuito de Baku?
Domingo, 7 de septiembre de 2025