Durante su estadía al frente del Barcelona, el DT contrató una agencia de detectives para vigilar a sus jugadores. Al rosarino lo controlaba para que no saliera de noche con el brasileño.


Josep Guardiola no solo controlaba los movimientos de sus jugadores dentro de la cancha y del club sino que también lo hacía fuera de este ámbito con el fin de obtener la mejor concentración posible de los futbolistas. Para eso le solicitó entonces director de Seguridad de la entidad catalana Xavier Martorell que contratará los servicios de la empresa Método 3.




La empresa -que tiene sucursales en la Argentina- fue allanada por orden judicial y varios de sus secretos salieron a la luz. El entrenador mandó a los espías a seguir s sus principales figuras, entre ellos Ronaldhino, Piqué y Messi.



Guardiola le pidió a los detectives que siguieran los pasos del rosarino para evitar que se juntara con el brasileño y el portugués Deco, quienes era asiduos visitantes de los clubes nocturnos.



Durante el primer tiempo en el primer equipo, el DT controló de cerca los movimientos de Messi, alejándolo de las salidas nocturnas de dos sus compañeros más cercanos en el plantel.



Ronaldhino y Deco protagonizaron varias andanzas en Castelldefels, donde frecuentaban la zona de copas Port Ginesta, donde el brasileño tenía un restaurant, en compañía de algunos amigos.



Uno de los jugadores más espiados por Guardiola fue Gerard Piqué, antes de que se hiciera oficial su romance con la cantante Shakira, el entrenador quería asegurarse de que el jugador cumplía a rajatabla con las normas y no se dedicaba más a la fiestas que al deporte.



"Estaba obsesionado con que los jugadores mantuviesen una vida privada ordenada y que no saliesen de noche porque después no rendían en el césped", aseguró una persona que trabajó en el club durante aquella etapa.


Martes, 26 de febrero de 2013